Presagio de carnaval: Una novela que supone simplicidad, pero con un impacto profundo.
Hace un par de semanas comencé a leer Presagio de Carnaval, una novela de Liliana Bodoc. Al principio no estaba familiarizada con la autora ni ninguna de sus obras, sin embargo, al final logró intrigarme e invitarme a conocer un poco más de ella. Esto fue, por supuesto, gracias a la sorpresa grata que me lleve al leer la historia y tener en cuenta su escritura, que resulta tan llevadera y relajada que combina con la historia detrás.
El relato es presentado en un escenario ordinario y cotidiano: un pueblito, aunque no se especifica la ciudad o el país ni el tiempo. Esto es tan importante, ya que no solo presta a la imaginación, sino que también permite entender que las problemáticas que se tratan pueden suceder en cualquier lugar y tiempo, lo que nos permite tomar conciencia sobre nuestra sociedad y la dirección que queremos que ésta tome en un futuro.
De inmediato me pregunto si el hecho de que el espacio sea un pueblo pequeño se relaciona con el lugar donde pasó su infancia la autora ya que existe un inmenso contraste entre éste y una gran ciudad como es Santa Fe (donde Liliana pasó 5 años de su vida) y Mendoza (donde se mudó luego).
También me parece pertinente remarcar el impacto que tienen los personajes descriptos. Desde la primera página es evidente que todos tienen una historia que vale la pena contar, ya sea Ángela, la más bella del pueblo pero que con la pérdida de su madre no hay nadie que la proteja de los estereotipos y lo que se espera de ella; Mijaíl, un vendedor de “harinilla prohibida” que miente tan bien como habla; Sabino Colque, un boliviano que se mantiene fiel a sus raíces, entre otros. Además, el narrador omnisciente nos permite sentirnos como si fuéramos un pájaro posado en una rama de un árbol, observando todo desde arriba.
Así es como, si bien al principio parecía ser una simple novela sobre los personajes que se pueden encontrar en un pueblo, y la mirada que la gente tiene sobre aquellos, fue afortunadamente muy diferente, mostrando temas importantes acerca de la violencia de género, las amistades y traiciones y la espiritualidad y la forma de compartirla.
En conclusión, me gustaría recomendar esta novela a todas aquellas personas que se sientan capaces de reflexionar acerca de la vida de pueblo pequeño, en el cual los murmullos se escuchan amplificados, los prejuicios ayudan a formar la pirámide jerárquica normalizada y construyen el día a día, y donde la definición de la palabra “tragedia” toma otro significado. Considero que es notable la necesidad de que personas de todas las edades se tomen el tiempo de leer la novela Presagio de Carnaval, que, desde mi opinión, es una buena caracterización de una realidad contemporánea.
María Costa, 3° 1° TM