Los hijos de los días- Eduardo Galeano
Por Lucía Peila
“ Enero 27/ Para que escuches el mundo”
Hoy nació, en 1756, Wolfgang Amadeus Mozart. Siglos después, hasta los bebés aman la musica que nos dejó. Esta comprobado, muchas veces y en muchos lugares, que el recién nacido llora menos y duerme mejor cuando escucha la música de Mozart. Es la mejor bienvenida al mundo, la manera mejor de decirle: -"Esta es tu nueva casa. Y así suena”.
Desde que empecé la primera página de este libro supe que iba a ser una experiencia increíble leerlo, así como me pasó con los demás títulos de este escritor alucinante. Galeano tiene esa capacidad de sumergirte en sus palabras hasta modificar la fibra más profunda de tu psiquis, hasta que cuestiones lo que creíste indiscutible. El autor uruguayo nació en el medio del conflicto armado más grande de la historia, aunque muy lejos de los territorios de combate en su querida América Latina; además de narrador, comenzó su carrera como periodista con tan solo 20 años en 1960 trabajando en diarios de izquierda, hasta 1973, cuando el golpe militar que padeció su patria lo obligó a exiliarse a la Argentina luego de ser encarcelado, estableciéndose en nuestro país hasta 1985, cuando pudo volver a Montevideo. Después de pelear gran mayoría de su vida contra la injusticia, la derecha privilegiada y los gobiernos de facto a través de la palabra, comenzó una nueva batalla contra un cáncer de pulmón, que lo venció en el año 2015.
El libro que elegí forma parte de una pequeña colección de la editorial de Siglo XXI, donde también se incluyen otras obras del novelista, como “El libro de los abrazos”, “Las venas abiertas de américa latina”, “ Espejos”, etc. Pero la particularidad de este título es que tiene un formato donde podemos encontrar un texto o relato por cada día del año, (de aquí el nombre, inspirado además en un segmento de la Génesis de los Mayas que muestra en el comienzo como introducción), y en función de esto, cada escrito está relacionado con un acontecimiento histórico, por ejemplo, el nacimiento o la muerte de una figura pública (Tierra que llama o Padre civilizador) , una festividad de algún pueblo o religión(El derecho a la picardía o El carnaval abre alas o Dia de los muertos), la publicación de un libro clásico o que produjo un gran cambio en el pensamiento de la sociedad (elogio de la brevedad), entre otros eventos y despierta en sus primeras páginas esa admiración por Eduardo y la capacidad tanto de conocimiento histórico como de reflexionar sobre cada uno de estos sucesos en sus 365 páginas, logrando hablar sobre temas que en el momento de publicación de esta obra (2011), no eran relevantes o no se les daba la misma importancia que ahora, (por ejemplo, en El peligro de jugar, donde relata la muerte de un niño intoxicado en un río a causa de diferentes sustancias que arrojaban algunas empresas en México sobre este caudal de agua).
El libro en particular no tiene un target específico, creo que la capacidad para leerlo y entenderlo depende de la maduración puntual de cada persona, independientemente de su edad, aunque para elegir esta lectura debería interesarte el prodigioso análisis crítico sobre la historia mundial y particular de sudamérica que solo Galeano nos puede ofrecer. Estas temáticas, aunque presentadas de una forma más usual, podemos encontrarlas en “El libro de los abrazos”, “Las memorias del fuego” o “Las venas abiertas de américa Latina” donde siempre ofrece ese reproche a los grupos opresores, como lo son los líderes de países centrales, las empresas que se reparten el mercado internacional, la oligarquía, la policía, los medios de comunicación etc.
Concluyendo, la lectura de este libro es un antes y un después, ya que, trata de producirle a lector un pantallazo sobre muchos hechos que quizás no se tienen en cuenta en la enseñanza escolar porque son “menos relevantes”, explayados de una manera dinámica y atrapante, lo que lo hace fácil de leer e interpretar. En líneas generales la literatura de este hombre te invita a abrir la cabeza en todos los sentidos y replantearte ciertas cuestiones que tenemos naturalizadas, y eso le otorga un valor inmensurable, por lo que se vuelve un placer recorrer las páginas de cada obra; y en mi opinión, se debería considerar a nivel mundial con el mismo valor que la literatura clásica y comenzar a poner ese análisis en práctica.