Prologo Realizar este libro realmente me costo demasiado y tuve miedo. Un miedo feroz a contar mis experiencias, mis pensamientos y mi imaginación. Ser comida por mis propios monstruos.
Me sumergí en el mundo de los poetas, allí encontré variedad de sentimientos , recursos literarios y muchos juegos de palabras pero fundamentalmente, grandes autores de este genero influenciaron mi trabajo, por ejemplo, Alfonsina Storni, quien con sus delicados y bellísimos poemas encaminaron los míos o como Gabriela Mistral que con sus dulces poemas despertaron mi entusiasmo para escribir.
Si bien, el trabajo propuesto me llevo al limite de conocerme, no deja de perder aquel respeto que logre tener hacia la poesía.
Este libro no posee un hilo conductor pero su lectura es llevadera y plenamente disfrutable, deja llevar tu imaginación hacia otro lado y juega constantemente con tus sentimientos.
Malena Zanelli 5°2° Turno Tarde.
Aconcagua
La noche cierra su boca de estrellas,
la garganta oscura de los anhelos,
titila pálida su luz última aquella
que queda prendida a tu pelo.
La nostalgia marca su huella,
Esparce tu esencia en el cielo,
débil parpadea y destella
su látigo de hielo. Cordillera
La ola alborota su espuma,
arrastra caracoles y guijarros
la arena rubia arruma.
El sol arde en el horizonte,
una gaviota acomoda sus plumas,
amanece y desangra su luz
para que el mar presuma,
su blanca cresta encrispada
en el amanecer que se esfuma. Moebius
Simple como un anillo,
sin desvíos ni aristas
sin principio ni fin.
Gira la noche
en su rueda infinita,
despunta y sigue
floreciendo el jazmín.
La vida puede ser simple
como una semilla,
como el mundo que gira,
en su orbital danzarín. Cometa
La luna lame su lágrima gris,
el vestigio de aquel cometa iluminado
perdido en el tiempo universal late
el rasgo perdido del astro olvidado.
Este invierno congela hasta el recuerdo
de lo que alguna vez nosotros fuimos,
cierro los ojos y vuelvo a sentirte
el impulso de la vida donde
ahí vive adormecido.
Cuarentena
La inquietud agazapada como un gato,
expectante al recuerdo o al olvido.
El tiempo en un presente indefinido
se multiplica y se expande ingrato.
Los días repiten ese hastío
la inercia que traía desde hace rato,
el envión de la vida está detenido
en un vértice inmaduro y perdido
que deja en pausa al más sensato.
Deseos anhelados
Todo está en los ojos,
la luz del universo,
la rueda del deseo,
el abismo
de este amor que me inquieta,
aquello que las palabras no dicen,
lo que no cabe en las promesas.
Un mundo en tus ojos, amor,
lánguido parpadeo,
casi una caricia cae,
imperceptible atesora
tu profunda belleza.
20 de Agosto 1996.
Una noche templada salimos a recorrer la ciudad. Vos llevabas tu Ford y yo una cartera prestada.
Divulgaste tus amores secretos, La Boca ,el atelier, contando que horas pasabas armando te la vida con pincel.
Compartimos empanadas en la esquina de Callao , tus labios quisieron besarme y dejar el sabor amargo.
Luego, y sin dobles, nos desplazamos a la Costanera. Tus ojos celestes se vieron rojos por aquella Luna que nos iluminaba posando para nosotros.
Fue allí, donde mi corazón sobresalto mi remera y vos lo atrapaste para cuidarlo con certeza.
Sos aquella luna roja que nos dictaminó el destino.
Soy aquella luna roja que develó mi destino.
Una despedida El dulce de tu boca,
las palabras que trajimos,
la nostalgia prematura
de saber que ese momento
sólo podemos repetirlo.
Conocer de antemano
la doble cara del placer,
asumir su látigo y sumirlo
hasta volver a vernos.
Una despedida
con ese gesto compartido
que me conmueve.
Manzanas y Peras.
Manzanas y peras
en la punta del aire
los frutos cuelgan
maduran sin tiempo
al sol tibio de la cordillera.
Alimento carnal y delicioso
desterrado del edén a la tierra.
Manzanas y peras,
en la punta del aire
Antepasados.
Surca la nieve su hendidura
dibujo natural
arruga de intemperie
blanca forma
de eternidad y piedra
limite milenario
abrupto y descomunal
mágico y ancestral
belleza fuera de escala.
Conmovedora pequeñez
Como dice mi viejo
“Los fugaces somos nosotros “
Dulces besos Tus labios son de terciopelo,
tus besos como caramelos.
Por favor te ruego,
Déjame volver a repetir el sabor de ellos.
Noche Fría. Oscura, noche fría
las luciérnagas celestes decoraban la noche
de mis ojos brotaban ríos de amargura,
las calles se sentían infinitas
oh, ¿Cuándo pasara este dolor?.
Nona
En mi corazón,
quedaran tus recuerdos.
En mi mente,
tus palabras
Y en mi sueños
tus deseos. Mortem.
Se asoma desde las tinieblas.
Desconoce de bondades.
Con un suspiro marca el destino
de haber vivido.
El recuerdo
Tu belleza clarifica las tempestades.
Orquestando has decidido retirarte.
Y yo alli he quedado, perdida
buscando en mi recuerdos
el perfume de tu cuerpo.
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