top of page

Lectura al paso- Érase un hombre a una nariz pegado


Érase un hombre a una nariz pegado,

érase una nariz superlativa,

érase una nariz sayón y escriba,

érase un peje espada muy barbado.


Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,

érase un elefante boca arriba,

era Ovidio Nasón más narizado.


Érase el espolón de una galera,

érase una pirámide de Egipto,

las doce Tribus de narices era.


Érase un naricísimo infinito,

muchísimo nariz, nariz tan fiera

que en la cara de Anás fuera delito.




Francisco De Quevedo

17 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page